Analizar oraciones (II): ¡Los 4 mejores métodos para hallar el Objeto o Complemento Directo!

Unos dicen que Bola de Dragón, otros dicen que Oliver y Benji o Doraemon, pero lo cierto y verdad es que, si nunca has oído hablar del Objeto o Complemento Directo, no has tenido infancia.

¡Es uno de los complementos verbales más importantes, se suele situar junto al verbo y, por supuesto, forma parte del predicado verbal! Es tan, tan importante, que su función es mencionar sobre qué o quién recae la acción del verbo de la oración.

Fácil, ¿no? A primera vista, sí, lo es, pero tanto si eres un experto como si no tienes ni idea, te advierto: puede ser uno de los complementos verbales más difíciles de reconocer, pues puede confundirse con algunos otros. Si no, no estarías aquí, ¿verdad?

Sin embargo, no te preocupes, aquí tenemos la solución y los mejores métodos para averiguar el Complemento Directo sin problema.

Método 1: Dejad que las preguntas se acerquen a mí


Uno de los métodos más comunes para encontrar al objeto directo en una oración es, precisamente, preguntar. Desde pequeñitos, al menos a mí, es el primero que nos enseñan y siempre nos repiten que la pregunta correcta es "¿Qué?". Ejemplo:

Jaimito vio un barco en medio de la calle

A la pregunta "¿Qué vio?", la respuesta automática es "un barco". Este método es especialmente efectivo en oraciones en las que el objeto directo es una cosa, un objeto, pero no suele funcionar cuando es una persona o cuando empieza por preposición. Ejemplo:

Jaimitio vio a Cristina muy guapa por la calle

A la pregunta "¿Qué vio?", la respuesta, un poco más forzada, podría ser "a Cristina". Sin embargo, seamos sinceros:  la pregunta que deseamos o que solemos hacer en realidad es "¿A quién?" Esto puede llevar a confusiones con el Objeto Indirecto, para quien solemos emplear esta pregunta.

Método 2: Sustituye, sustituye, que es lo que les j***.


El segundo método consiste en sustituir sintagmas del predicado verbal por los pronombres átonos "lo", "la", "los", "las".

El sintagma que podamos sustituir, total y enteramente por "lo", será el objeto directo. Es extremadamente importante recordar que deberemos ser capaces de sustituir la preposición también y que la oración, por supuesto, debe tener sentido. Si no, no será Objeto Directo. Probemos con los ejemplos anteriores:

Jaimito vio un barco en medio de la calle

Se puede sustituir perfectamente, ¿verdad?

Jaimito lo vio en medio de la calle

Probemos otra vez, ahora con el sintagma.

Jaimito vio un barco lo

Jaimito lo vio un barco

Imposible, ni siquiera cambiándolo de lugar. Pero volvamos ahora al ejemplo de Cristina:

Jaimito vio a Cristina muy guapa por la calle.

Jaimitio la vio muy guapa por la calle

Hemos podido sustituir incluso la preposición, de modo que, sin duda, "a Cristina" es el Objeto Directo. Si intentamos sustituir los otros sintagmas, la oración no tendría sentido.

Por último, podríamos tener la tentación de considerar que "a Cristina" también podría ser Objeto Indirecto, ya que puede ser sustituida por "le" y porque responde a la pregunta de "¿A quién?" Pero no debemos hacerlo, pues el Objeto Directo siempre tiene prioridad sobre el Indirecto.

Metodo 3: "Eso", un arma de doble filo.


Para finalizar la ronda, el tercer y último método es la sustitución de sintagmas por "Ese", "esa", "esos", "esas", "eso". Este método es un arma muy poderosa, pues es especialista en reconocer oraciones subordinadas sustantivas. Sin embargo, tiene truco: podemos confundir el Objeto Directo con el Sujeto si no seguimos un orden.

En primer lugar, en nuestro análisis sintáctico, debemos reconocer el Sujeto y delimitar el Predicado Verbal. Una vez lo tengamos hecho, ya podremos empezar a lidiar con el análisis del Objeto Directo. Vayamos al ejemplo de arriba:

Jaimito vio un barco en medio de la calle

Una vez sabemos que Jaimito es el Sujeto y que el resto es Predicado, debemos encontrar un sintagma DENTRO del Predicado sustituible por cualquier derivado de "eso". El único, en este caso, sería "un barco", que sería Objeto Directo.

En el caso de Cristina:

Jaimito vio a Cristina muy guapa en medio de la calle

En este caso, podemos sustituir el sintagma "a Cristina" tanto por "esa", manteniendo la preposición, y por "eso" solamente. Esta posible doble sustitución es la que nos da la clave de que, precisamente "a Cristina" y no otro sintagma tienen la función de objeto directo.

Sin más, ya solo queda no dejar de practicar un poquito hasta que os sintáis cómodos con alguno de los métodos. ¡Yo ya encontré el mío, que es el segundo!

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