Medievo o Medioevo es una palabra
que siempre aparece ligada, inevitablemente, al concepto de Edad Media. En
concreto, tenemos un adjetivo derivado de él que, seguramente, usemos infinidad
de veces y, en ocasiones, ni siquiera reparemos en ello. Este es “medieval”.
Este “Medievo” o “Medioevo” es
una palabra que viene a definir el período histórico del continente europeo que
transcurre entre el siglo V y el siglo XV d. C. O más concretamente, entre la
caída del Imperio Romano de Occidente y la caída del Imperio Romano de Oriente.
¿Quieres conocer más sobre el
inicio y el final de la Edad Media? Pincha aquí para el inicio. Pincha aquí
para el final.
¿Por qué Medioevo o Edad Media?
Sin embargo, aunque a veces
sepamos definir Edad Media, nos encontramos en un completo vacío si intentamos
pensar o separar por qué se llama a este período Edad Media y qué lo separa de
la anterior y de la posterior.
De esta manera, el concepto se
forjó para definir un tiempo que los estudiosos consideraban sin valor, lleno
de guerras y muerte, de desprecio por los valores de la Antigüedad, en el que
la razón y el estudio y la cultura no tenían cabida. Un tiempo, en definitiva,
sumido en la oscuridad. Fue Cristóbal Cellarius quien popularizó el término en
su obra Historia Medii Aevi a temporibus Constantini Magni ad Constaninopolim a
Turcis captam deducta, de 1688.
Por tanto, esta “Edad Media”,
perversa, despreciable, sin valor, venía a separar la Antigüedad Clásica de la
Edad Moderna, dos edades que los estudiosos pensaba que se regían por los
mismos valores: el hombre como el centro del mundo, la razón, el arte y el
estudio.
Sin embargo, esto no es lo
fundamental.
¿Capitalismo?
Las sociedades se definen en la
historia, básicamente, por su manera de entender la economía, y lo que separa
la Edad Media de las otras edades, por encima de todas las cosas, es el
feudalismo.
Este feudalismo supone una manera
de hacer las cosas muy concreta y propone un modelo en el que el señor feudal,
noble por la gracia de Dios, poseía la tierra. Esta es la que da la verdadera
riqueza y es el campesino, el plebeyo, el que debe trabajarla a cambio de
protección militar.
La Edad Antigua, es decir, Grecia
y Roma, se separan de ella en que el modelo de producción es esclavista. Los
esclavos, sí, tenían una grandísima presencia en estas civilizaciones y eran
básicamente los que mantenían el modelo productivo. Otro día hablaremos de
ello.
La Edad Moderna, por su parte, se
diferencia en que la burguesía, los comerciantes, los artesanos, encuentran el
modelo capitalista como medida para vender sus productos y empiezan a surgir
los modelos de producción en masa con la invención de la imprenta.
Pero, ¿de dónde viene la palabra?
Pues bien, como se puede deducir
fácilmente, esta palabra se compone de dos lexemas: “medio” y “evo”.
Medio no hace falta comentarlo
mucho, pues hace referencia a ese carácter de transición entre una edad y otra
y proviene del latín “medius” (“en medio”).
Evo proviene del latín “aevum” y
significa “edad”. Al contrario que en esta lengua, en español tiene un uso más
restringido y se usa sobre todo en lo literario.
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