Cantar de Mío Cid (IV): Verso, estrofa y rima


La literatura es un arte y, por ello, todas las obras literarias, al ser obras de arte, se ajustan a una forma y a un estilo. El Cid, además, se compuso en la Edad Media y dentro del género épico, por lo que su modo de presentación se hace aún más específico.

Trataremos en esta entrada las cuestiones del verso y la métrica.

Verso


En la Edad Media, el pueblo no sabía leer ni escribir. Por ello, la literatura se componía para ser transmitida de manera oral. La gente se aprendía de memoria lo que escuchaba de otras personas o bien de los famosos juglares o trovadores, que actuaban en los pueblos y capitales a cambio de unas monedas. Es mucho más fácil emocionarte y memorizar una canción, por lo que la mayoría de obras se presentaban en verso y, por tanto, la épica también.

En España, las composiciones épicas se presentaban en forma de cantares de gesta (puedes leer más aquí sobre los cantares de gesta) y estos tienen un verso especial. El número de sílabas que componen cada verso es irregular, es decir, cada verso tiene un número de sílabas distinto. Este hecho se llama “anisosilabismo” y los versos se llaman “ versos anisosilábicos”.

Sin embargo, para dar unidad, se intenta que más o menos tengan todos un número parecido de sílabas. En los cantares de gesta, los poetas intentaban hacer versos de 16 sílabas. ¿Muy largo para cantarlas de un tirón, verdad? Inténtalo en el ejemplo de abajo:

«¡Ya Campeador, en buen ora çinxiestes espada!
El rrey lo ha vedado, anoch dél entró su carta
con grant rrecabdo & fuertemientre sellada.
Non vos osaríemos abrir nin coger por nada;
si non, perderíemos los averes & las casas
& demás los ojos de las caras.
Çid, en el nuestro mal vos non ganades nada;
mas ¡el Criador vos vala con todas sus vertudes sanctas!»

Al ser tan largos, solían hacer una pausa en la sílaba central, la número 8, y esta pausa se llama cesura. Cada una de las dos partes del verso, la de antes de la pausa y la de después, se llama hemistiquio.

Estrofa y rima


Como todos sabemos si lo hemos leído, aunque sea por encima, el Cantar de Mío Cid se presenta de un tirón, sin separaciones entre estrofas. Eso es porque se considera toda una canción en su conjunto –los juglares, eso sí, lo separaban en trozos para hacer descansos y que su actuación durase varios días-.

La rima del Cantar es de tipo asonante, es decir, que a partir del último acento solo se repiten las vocales, y por si fuera poco, ¡todos los versos riman! Fíjate en este otro ejemplo:

"Yo ruego a Dios e al Padre spirital,
vos, que por mi dexades casas y heredades,
enantes que yo muera algun bien vos pueda far,
lo que perdedes doblado vos lo cobrar."

No obstante, los versos se unen en lo que se conoce como “series asonantadas” o “tiradas”, esto es, un número variable de versos que tiene siempre la misma rima, hasta que cambia por otra. Es notorio que, mientras dura la misma rima, hay también unidad de contenido. Siempre se habla de lo mismo, siempre están en la misma escena o siempre están en el mismo lugar.

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