Períodos de la Épica Hispánica


La épica o narrativa es uno de los grandes géneros literarios junto con la lírica y el drama (teatro). El deseo de narrar historias se da desde los orígenes del ser humano y, en concreto, desde que ganó su capacidad de hablar, cantar y, sobre todo, escribir.

Grandes obras épicas del pasado son, por ejemplo, la Ilíada y la Odisea griegas, la Eneida en Roma o el Majabhárata de la India. Sin embargo, no se nos puede olvidar una de las más grandes, más influyentes y más perdurables obras épicas de la historia de la humanidad, la Biblia.

Todas y cada una de estas obras tienen, como mínimo, más de 2000 años, pero hoy nosotros no vamos a hablar de ellas. Vamos a hablar de la épica castellana.

Cantares de Gesta


La épica es el género literario base, digamos. Es en el que encajan el resto de representaciones específicas de la épica, más conocidos como subgéneros. Algunos de estos son la epopeya, que se daba en época grecorromana, y los cantares de gesta, que se compusieron en la Península Ibérica en época medieval.

Así, estos cantares de gesta son poemas que narran las hazañas más grandes de un héroe junto con los episodios más importantes de su vida, eran recitados en público por un juglar, estaban compuestos por algún autor culto y usaban la rima asonante y verso de arte mayor.

Para más información, puedes leer esta otra entrada del blog: ¿Qué son los cantares de gesta?

Períodos de la Épica Hispánica


Los cantares de gesta fueron compuestos y cantados en la Península Ibérica entre los siglos XII y XV. El paso del tiempo y la moda hicieron evolucionar el uso y la forma de estos poemas y, por ello, suelen verse cuatro etapas bien distintas en la épica hispánica.

  • Etapa de formación

Se teoriza que abarca desde los orígenes de la literatura castellana (¿s. X?) hasta 1140. Los estudiosos apuestan porque existían cantares de gesta probablemente breves y que narraban hechos presentes, a modo de noticiero poético.

Ejemplos de esta etapa son el Poema de Fernán González o la Condesa traidora.

  • Etapa de florecimiento

Esta segunda etapa comienza con la aparición del Poema de Mío Cid (1140) y termina en 1236. Se caracteriza por un perfeccionamiento formal en la composición de los poemas y por la ganancia de longitud de las obras. De 500 versos, pasan a tener casi 4000, como es el caso del Cid.

  • Etapa de prosificación

La venida del rey sabio Alfonso X trajo la compilación de toda la historia y el conocimiento medieval. Los cantares de gesta también fueron compilados y, para mayor comodidad de los escribas, se prosificaron.

Gracias a esta iniciativa (1236 – 1350) y a las crónicas de Alfonso X, como la Primera Crónica General o la Crónica de Castilla, se han conservado muchos poemas y temas que se hubieran perdido en el tiempo porque su manuscrito no ha llegado hasta nuestros días.

  • Etapa de decadencia

A finales del siglo XIV, los cantares de gesta comienzan a cargarse de elementos fantásticos y legendarios y pierde el verismo y el historicismo que los caracterizaban. De igual manera, ya no hay escritores de calidad que sepan sacar jugo a los héroes o que emocionen con sus versos.

Así, en el siglo XV dejan de componerse poemas épicos en favor de las novelas de corte caballeresco. Hay que destacar, no obstante, el poema de Las mocedades de Rodrigo como último gran poema épico.

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