Sílaba tónica vs sílaba átona

Sílaba tónica vs sílaba átona

Como comentábamos en una entrada anterior, la lengua es un sistema que puede ser dividido en un conjunto de elementos más pequeños que se relacionan entre sí.

Una de las unidades más identificables por hablantes y aprendices es la palabra, que se define tradicionalmente como:

"Elemento de la cadena hablada delimitado por pausas y que puede cambiar de función y posición, pero que además pertenece a una categoría gramatical concreta."

Esta, a su vez, puede dividirse en sílabas, que no son otra cosa que “golpes de voz”. Y estas sílabas pueden estar acentuadas o pueden no estarlo. De esto precisamente tratará la entrada de hoy.

(¿No recuerdas qué es el acento? ¿Ni la diferencia entre acento y tilde? Pasa por aquí.)

Sílaba tónica


Las palabras, en casi todas las lenguas, poseen una característica fundamental que se llama “acento”. Este es un golpe de voz más fuerte que el resto de los que componen la palabra.

Como ejemplo, pongamos la palabra “perejil”. En ella, notamos como la silaba “jil” se pronuncia más fuertemente que las demás, mientras que “pe” y “re” se pronuncian de manera más relajada.

Pues ese “jil” es, precisamente, la sílaba tónica. Reconocerla por cómo suena será muy importante porque, dependiendo de la acentuación, la palabra puede sufrir procesos de cambio y transformación.

Pero, además, la importancia del acento viene, por encima de todo, porque es “fonológicamente relevante”. Nos ayuda a distinguir unas palabras de otras. Por eso, no es lo mismo “revolver” que “revólver”, ni “ánimo” es lo mismo que “animo”.

En nuestra lengua, hay que añadir que las palabras solo tienen una única sílaba tónica. Si ves más de una, tu cabeza y tu oído te están engañando.

Las sílabas tónicas pueden llevar tilde. Esta, también llamada “acento ortográfico”, dependerá de las reglas de acentuación.

(¿No te recuerdas las reglas generales de acentuación? Míralas aquí)

Sílaba átona


Al contrario que la sílaba tónica, una sílaba átona es aquella sílaba que se pronuncia sin acentuación. Es decir, su tono e intensidad no está elevado ni tiene prominencia fonética.

Como consecuencia, es evidente que no contarán con acento prosódico, pero tampoco contarán con acento ortográfico.

Como ejemplo, podemos analizar una nueva palabra: “teléfono”. Aquí vemos cómo la sílaba tónica es “té”, que cuenta con acento prosódico y ortográfico. Mientras tanto, “te”, “fo” y “no” son sílabas átonas. No cuentan con acento prosódico y tampoco con ortográfico.

¿Quieres más? Pues pasa por aquí para seguir leyendo sobre el acento en español.

Si ya te las sabes, pasa por aquí para seguir repasando otras reglas ortográficas.

¡O ven por aquí y haz algunos ejercicios!


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