Tipos de textos literarios (I) - El género narrativo. ¿Cuál es la definición de narración?

En una entrada anterior en este blog, tratábamos los tres grandes géneros literarios en los que podía fragmentarse la literatura y, a su vez, los textos literarios.


Decíamos que eran fundamentalmente tres: narración, poesía y teatro. Les llamábamos también con otros nombres: épica, lírica y dramática.


Como pequeño resumen, dijimos que la lírica trataba cuestiones del corazón y sentimientos; el teatro estaba formada por textos cuya acción, la historia, se llevaba a cabo y se representaba directamente a través de los personajes; la narración se componía de aquellos textos en los que la figura del narrador cuenta la historia.


(¿No te queda claro cómo distinguir entre los grandes géneros literarios? ¿Quieres saber un poco más y aprender cómo distinguir en la práctica a uno de los otros? Pasa por esta entrada.)


Hoy vamos a pararnos en estos últimos y profundizaremos un poco más en su definición. Eso sí, lo haremos desde el punto de vista literario.


Para una definición de los textos narrativos desde el punto de vista de la lingüística del texto, pasa por aquí.


La narración. Definición.

Pues bien, los textos narrativos se definen a través de cuatro elementos que los van a condicionar absolutamente siempre. Y de entre esos cuatro, hay una figura que destaca por encima de todos ellos.


La definición en sí misma es la siguiente:


Los textos narrativos son aquellas obras literarias en las que un narrador cuenta una historia en la que participan unos personajes en un tiempo concreto en unos lugares determinados.


El narrador es el primer elemento que aparece en el concepto y es el que define si un texto será narrativo o no lo será. Es una figura complicada de distinguir al principio y oscura el resto de las veces, ya que normalmente aparece oculto y anónimo y no sabemos quién es.


Este narrador, y esto es muy importante, hay que distinguirlo de la figura del autor. No tienen nada que ver el uno con el otro y el hecho de que sean diferentes es lo que nos permite escribir un libro o contar una historia sin que tengamos que hablar necesariamente de nosotros mismos.


¡Esto da pie a que la ficción literaria sea posible!


(¡Si no sabes bien cómo distinguir estos conceptos, pasa por aquí y aprende más sobre narrador, autor y ficción literaria!)


¿Podrías deducir esos elementos que hemos mencionado más arriba solo leyendo la definición?


Seguro que sí, pero voy a dejarte por aquí una pequeña ayuda. Los elementos son el narrador, los personajes, el tiempo y el espacio o los lugares.


Si tenemos un texto en el que se nos cuente una historia y, además, posea las cuatro características mencionadas más arriba, estaremos sin duda ante un texto narrativo.


¿Se te ocurre alguno? Fijo que sí. Podemos contar como ejemplo de estos textos las novelas, los cuentos literarios, los cuentos populares, los mitos, las leyendas y las fábulas, entre otros muchos.


Como ejemplos de textos no literarios, podemos enumerar aquí otros como contarle una anécdota a algún amigo, relatar qué hicimos durante las vacaciones o pensar qué podría pasar mañana. 


Pero también podríamos incluir textos tan sencillos como, por ejemplo, ¡un chiste!


Como ejemplos más concretos de textos literarios, podríamos mencionar algunos:

  • Los cuentos literarios de Jorge Luis Borges o Julio Cortázar.
  • Novelas como El Quijote de Cervantes o alguna de Harry Potter o Haruki Murakami.
  • Los cuentos populares narrados de la mano de los Hermanos Grimm.
  • Mitos griegos extraídos, por ejemplo, de mitólogos como Robert Graves.
  • Fábulas de los poemas de J. E. Hartzenbusch.
  • Leyendas populares o literarias, como pueden ser las de G. A. Bécquer.

En todos estos relatos y libros, encontraremos, sin lugar a duda, cosas que les suceden a uno o varios personajes en un momento concreto de su vida y en un lugar específico. Y todas estas cosas, estarán contadas por un narrador. ¡Difícilmente seremos capaces de leer una historia sin alguna de las cuatro!

La entrada sobre la narración llega hasta aquí. Con esta pincelada, esperamos que os haya servido para entender, al menos, lo que caracteriza a un texto narrativo y cómo podemos definirlos.

Sin embargo, nos quedan por saber muchas más cosas. En siguientes entradas, estudiaremos los tipos de personajes que existen, los modos del narrador, los diferentes espacios o cómo se puede mostrar el tiempo.

¡No dejes de estar pendiente!

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