Textos Narrativos (IV) - El espacio en la narración

Hemos llegado al punto final del estudio general sobre los cuatro elementos de la narración.

Como hemos dicho previamente en esta entrada, la narración es uno de los tres grandes géneros de la narración. Para más saber, los tres se denominan narración, lírica y teatro.

La narración, en concreto, podemos definirla tal que así:

 

El arte de la narración se compone de textos en los que el narrador tiene una presencia fundamental, pues es la figura que conduce la acción y, por tanto, quien cuenta la historia. La narración debe contar, además, con tres elementos extra: tiempoespacio personajes para que este completa.

En entradas anteriores hemos estudiado el resto de elementos (narrador, personajes y tiempo), pero aquí vamos a detenernos en la última característica: el espacio.

El espacio de la narración

Como siempre hacemos, vamos a comenzar definiendo el espacio de la narración.

El espacio narrativo es aquel lugar o lugares donde suceden los hechos o circunstancias en los que se desarrolla la historia y, por tanto, las acciones que llevan a cabo los personajes en un relato.

Y punto. No hay más. No hay menos. Con el espacio narrativo, por tanto, nos referimos al sitio donde pasan las cosas.

El siguiente punto sería ver qué tipos de espacio existen en general.

Tipos de espacio narrativo

Clasificar los tipos de espacio narrativo puede pensarse que no sirve para nada. Y hay expertos que podrían darnos la razón.

Sin embargo, tener en cuenta el tipo de espacio donde nos movemos como lectores y por el que se mueven los personajes nos sirve y mucho.

El espacio y sus referencias pueden crear impresiones y dibujar sensaciones como el agobio, la claustrofobia, la libertad, la inmensidad o colorear la historia de la más prosaica de las realidades o del más mágico exotismo.

En cierto modo, por tanto, el espacio define las circunstancias de la narración y puede influir en su tono

El espacio puede ir cambiando a lo largo de la narración y, por tanto, el tono y las sensaciones que transmite cambiarán también.

Los tipos de espacio son los siguientes y los vamos a clasificar en binomios, que son excluyentes entre uno y otro:

  • Rural / Urbano: con el concepto "urbano" se recogen ambientes que tienen que ver con ciudades o las zonas más urbanizadas de los pueblos, mientras que el "rural" recoge ambientes campestres, boscosos o incluso de las aldeas.
  • Exterior / Interior: con espacios "exteriores" marcamos aquellos ambientes que no están cerrados entre cuatro paredes, mientras que con "interiores" denominamos aquellos que descansan, digamos, bajo techo.
  • Real / Imaginario: el concepto de lo "real" distingue entre aquellos lugares que podemos relacionar con nuestra realidad más directa o que se parecen y se basan en aquellos que podemos ver. Cuando definimos algo como "imaginario" hemos de tener en cuenta que son lugares que no están basados en nuestra realidad directa o que no existen
Como ejemplo, podríamos poner un parque de una ciudad cualquiera, con sus bancos, su cesped, sus fuentes y sus árboles, frente a un bosque que tenga como plantas setas gigantes que miden doscientos metros de alto.

Mención especial requiere los espacios que son simbólicos. Estos se dan, generalmente, en relatos que son simbólicos también. Los espacios simbólicos son aquellos que transmiten directamente sensaciones y no se saben describir muy bien. Sus rasgos están desdibujados y normalmente reflejan un cierto carácter de personalidad.

Algunos de estos relatos simbólicos gozaron de muy buena tradición en la literatura española en el pasado y se llaman autos sacramentales. Como ejemplos de lugares simbólicos, podríamos mencionar sin lugar a dudas el Cielo o el Infierno.

Con esto, terminamos las entradas generales dedicadas a los cuatro elementos de la narración.

Me gustaría recordaros que aquí podéis encontrar las otras tres para terminar de comprender cómo funcionan los textos narrativos: aquí está la definición de narración, aquí tenéis los tipos de narrador, por aquí los personajes y, por último, el tiempo de la narración.

Espero que os hayan servido estas entradas.

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