La Odisea, primera obra literaria en latín



Nadie quiere a Livio Andronico
Pues sí. Alrededor del 240 a.C., nacía la Odisea, la obra larga más antigua que se conserva escrita en lengua latina y es obra del escritor Livio Andronico.

La verdad es que la tradición ha tratado a esta obra bastante mal y se ha transmitido de manera bastante pobre. Tanto es así que no penséis que se ha encontrado un papiro o hay un papelito o nada de eso, sino que lo único que se conservan son citas de otros autores en sus propias obras.


De hecho, en la mayoría de estas ocasiones, estas menciones son solo expresiones breves. Tenemos un total de cuarenta y cinco menciones, pero solo cuatro superan la extensión de verso. Eso sí, conservamos el primero:
Virum mihi, Camena, insece versulum
Que se parece sospechosamente al primero de la Odisea de Homero
ἄνδρα μοι ἔννεπε, μοῦσα, πολύτροπον
En español, más o menos

Háblame, Musa, sobre aquel hombre de muchos ingenios

El título con el que se nos ha transmitido, Odusia, es una adaptación fonética del vocablo griego (Ὀδύσσεια) al latín y no es de extrañar que la primera obra latina fuera una adaptación de una de origen griego. ¿Por qué?

En primer lugar, porque su autor, Livio Andronico, era de origen griego; en segundo lugar, porque los latinos apreciaban sobremanera todo lo relacionado con la cultura griega y no dejaron nunca de adaptar y tomar cosas para ellos mismos; en tercer lugar, porque en aquella época el motor de la cultura era Grecia y era la nación que gozaba de más prestigio, por lo que las naciones de alrededor acababan imitándola por influencia.

Así, la Odusia, efectivamente, contaba las aventuras y desventuras de Odiseo "el de muchos ingenios" para volver a su casa tras la Guerra de Troya, exactamente igual que la obra original. No obstante, en defensa de Andronico, hay que decir que no era un calco exacto o una simple traducción.

La locura del verso saturnio

En primer lugar, porque que los fragmentos que se han encontrado no se corresponden enteramente con ninguno de los versos griegos, como si fuera una simple traducción.

La segunda razón para ello es que no está escrita en hexámetros dactílicos, como el texto griego, sino que el poeta se tomó la molestia de usar el enrevesado verso saturnio, de supuesto origen itálico o etrusco -otro día lo comentaremos-.

Además, pretendió romanizar un poco el texto cambiando las divinidades griegas por dioses romanos: Hermes es Mercurio, Cronos es Saturno y las Musas son Camenas.

No obstante, a pesar de que no ha llegado a nosotros la obra completa, no penséis que no fue importante. La Odusia fue la introductora de la poesía épica en latín y, a partir de él, surgieron otras obras como las de Gneo Nevio o la Eneida de Virgilio, que lo tomará como modelo de lo que se debe y no se debe hacer.

Incluso se llegó a estudiar en la escuela como texto modélico -Livio Andronico mismo fue profesor- de lo que se queja amargamente Horacio en una de sus Epístolas (Ep. 2, 1, 69 ss.).

Homero mosqueado con Andronico.

Su estela continuó hasta época de Cicerón -siglo I a.C.-, donde ya no gustaba en absoluto, y todavía hay testimonios incluso en el siglo II d.C., cuando los arcaizantes Verrio Flaco, Gelio y Nonio, además del gramático Prisciano, la conocían y la disfrutaban. De hecho, de ellos proceden parte de las citas que conservamos.

Fuentes:

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